La importancia del embalaje en el amarre de las mercancías en el camión
Tras el lapso vacacional, reanudo el blog poniendo sobre la mesa uno de los aspectos que incide en que las mercancías estén debidamente estibadas en el vehículo de transporte. Las mercancías objeto de transporte han de estar adecuadamente embaladas para que durante su carga y transporte no sufran ningún tipo de perjuicio, ni lo ocasionen a otras mercancías que se encuentren en el mismo vehículo. El art. 21 de la Ley 15/2009 de 11 de noviembre de contrato de transporte terrestre impone al cargador, esto es, a la empresa que ha contratado los servicios de transporte, la obligación de “acondicionar” debidamente las mercancías para su transporte, añadiéndose a continuación que, cuando las circunstancias del envío así lo exijan, deberá entregarlas al transportista correctamente embaladas e identificadas. Esto significa que si la mercancía sufre daños durante el transporte por no estar debidamente embalada, el transportista no tendrá que soportar ninguna responsabilidad, como lo proclama expresamente el art. 49.1º a) de la Ley 15/2009 para el transporte nacional y el art. 17.4º b) en el Convenio Internacional relativo al contrato de transporte internacional de mercancías por carretera (CMR).
Un adecuado embalaje ayuda a que las mercancías transportadas estén debidamente estibadas y no corran ningún riesgo durante el envío. El cargador debe embalar las mercancías atendiendo al tipo de productos que van a ser objeto de transporte y al vehículo en el que se van a transportar. Pero es que, además, el embalaje utilizado también influye en los mecanismos de estiba que se empleen. Al margen de los embalajes usados para envolver los productos y facilitar su manejo, existen los embalajes específicos de transporte que pretenden principalmente permitir su manipulación y posibilitar un transporte lo más seguro posible. Dentro de este listado pueden mencionarse, entre otros, los palés, las láminas entre capas, las cantoneras, las películas y las cinchas. Todo este tipo de embalajes ayudan a resistir las fuerzas externas que soporta cada unidad de carga y a dotarles de una mayor rigidez con el fin de que se traslado resulte más seguro.
Pues bien, la rigidez del embalaje del transporte influye decisivamente en el método adecuado para la sujeción de la carga al camión. La elección de las técnicas de sujeción empleadas varía en función del tipo de embalaje que se emplee. En cualquier caso, han de utilizarse modalidades de embalaje que consigan la máxima rigidez en la unidad de carga mediante la aplicación de fuerzas. Es conocido a este respecto la amplia gama de materiales específicos existentes a tal fin, dirigidos a conseguir que la unidad de carga sea más rígida y, por tanto, facilite su estiba. Se tratan de las cubiertas elásticas, las películas envolventes elásticas, las películas envolventes pretensadas, las correas y las mallas. Cada de uno de estos métodos presenta sus ventajas y sus inconvenientes dependiendo del tipo de mercancía en cuestión y del vehículo que se vaya a emplear para su transporte. Antes del envío, por tanto, será preciso evaluar cómo puede afectar sobre el amarre de las mercancías el posible tipo de embalaje que se piense emplear, ya que dicha decisión incidirá decisivamente en cuál es la técnica más adecuada de sujeción al vehículo de transporte.
Así, cuando un producto se carga en un camión está sujeto a fuerzas de inercia horizontales. Esto es, tiende a deslizarse e incluso a bascular, con el riesgo de que se incline y resbale hacia afuera por su propio peso. Para evitarlo es frecuente que se apilen en un palé varias capas de productos, cuando las características de las mercancías lo permiten. De este modo, se consigue neutralizar dicho riesgo de basculación, pero el embalaje debe contribuir a ello, para lo cual, se recomienda, entre otras medidas, que se utilice una película adecuada tanto entre las capas como en la zona superior del palé y en la inferior de la carga que refuerce su adherencia. De este modo, se evitará el deslizamiento de la mercancía, y la estiba correspondiente será adecuada.
Resulta, por tanto, muy importante que la empresa cargadora, responsable de embalar y estibar la mercancía en el camión, lo tenga presente con anterioridad al transporte y elija la modalidad de embalaje adecuado y la forma concreta de amarre a fin de proteger adecuadamente la mercancía transportada. Esto significa que el cargador debe diseñar de forma coordinada la operación de embalaje y estiba a la vista de que el tipo de embalaje utilizado puede obligar a emplear una técnica de estiba y amarre específica. La razón operativa es obvia. La empresa cargadora es quien conoce mejor las propiedades de las mercancías y quien, por tanto, está en condiciones de poder elegir el embalaje más adecuado, que jugará un papel esencial en la adecuada estiba en el camión. Pero la razón jurídica es asimismo muy relevante. Si la empresa cargadora solicitante de los servicios de transporte no procede a embalar adecuadamente la mercancía, cualquier daño que sufra la mercancía por ello o por la mala estiba que dicho embalaje ha propiciado, deberá soportarlo dicha empresa cargadora, aunque los daños se hayan producido durante el tiempo en que las mercancías estaban dentro del camión.
Por todo ello, la empresa cargadora solicitante de los servicios de transporte debe velar, por la cuenta que le trae, por que el embalaje y la estiba de las mercancías en el camión se efectúen adecuadamente. Y esto no resulta sencillo. Existen unas técnicas de embalaje y estiba de cierta complejidad que deben conocerse en profundidad para que puedan ser puestas en práctica correctamente. Dichas técnicas de embalaje y estiba permiten asegurar en gran parte el éxito del envío. Por eso, desde aquí recomendaríamos a las empresas a que adquieran los conocimientos necesarios en materia de embalaje y estiba, o subcontraten a empresas expertas en la materia, que les permitan tener una mayor certeza de que sus envíos llegarán correctamente a destino y de que si no lo hacen, no será por su culpa.